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Tus hijos pueden parecerse al primer amor de tu mujer

Mujer jugando en un parque con su hijo.

Teoría de que los niños pueden parecerse a la primera pareja de la madre

Una antigua y casi olvidada teoría llamada teogonía es la que propone este supuesto. Fue el biólogo August Wismann, de Alemania, quien la propuso. Se basa en la transmisión de la herencia, se creía que la estirpe de un macho y una hembra podrían adquirir características físicas de un macho distinto, un macho con el que la hembra se hubo apareado con la hembra tiempo atrás, es así como los hijos podrían parecerse al primer amor de nuestra pareja.

Es interesante saber que Aristóteles había expuesto una idea similar en su época. En la era moderna se ha planteado esta posibilidad basándose en la herencia no genética y en la impregnación, conceptos que posteriormente fueron desenterrados por la ciencia, pues se ha logrado demostrar en las moscas, publicación realizada en la revista Ecology Letters.

Experimento con moscas

Angela Crean, junto a su equipo de científicos australianos realizaron un experimento con moscas, en él cruzaron a machos grandes y pequeños con insectos inmaduros. Cuando ya eran fértiles, volvieron a cruzar a las hembras, observando que aunque fue el segundo macho quien engendro la descendencia, fue la anterior pareja sexual de la madre la que determinó el tamaño de la progenie.

Este descubrimiento demuestra que es posible transmitir distintos rasgos adquiridos, estos rasgos se pasan a la descendencia de parejas que la hembra tendrá posteriormente. Con estas nuevas pruebas se determina que la teoría de Wismann podría ser posible, pues la primera impregnación influye más en la hembra que las posteriores. Esto se debe a que es más joven y a que las impregnaciones posteriores deberán “compartir” su influencia con las anteriores.

Esta teoría podría ayudar a explicar, por ejemplo, por qué los hijos de un segundo matrimonio o pareja pueden parecerse a los de la primera. Se muestran características tan tangibles como pelo pelirrojo, aunque los progenitores actuales sean morenos. Al relacionar el experimento de las moscas con los seres humanos, se observa que la capacidad de ARN de los espermatozoides, puede alcanzar también óvulos inmaduros, causando de esta forma la impregnación.

Es por esto que el ARN puede mantenerse presente en embarazos posteriores, así se reordenan los genes de tal forma que puede variar la expresión de los mismos. Se cree que durante el coito, son millones de espermatozoides con ADN los que se depositan en el cuerpo de la hembra, los que no se depositen serán posteriormente utilizados para fertilizar y son absorbidos, logrando así que los hijos se parezcan al primer amor de la pareja.

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