Las estimaciones más recientes sitúan la incidencia anual de la lesión medular traumática en España entre 12 y 20 casos por millón de habitantes, lo que equivale a unos 500 – 1.000 nuevos casos cada año. La horquilla varía porque algunas series incluyen únicamente lesiones traumáticas (accidentes de tráfico, caídas, zambullidas, deporte) y otras añaden causas no traumáticas (tumores, infecciones, enfermedades degenerativas). En cualquier caso, la mayoría de los registros nacionales y las sociedades científicas coinciden en ese rango. La buena noticia es que 2024 y 2025 han sido un auténtico salto de gigante: médicos, científicos e ingenieros están combinando electricidad, biología e inteligencia artificial para devolver parte de esa “conexión perdida”.
A las terapias y avances médicos relacionados con las lesiones medulares hay que añadir además los avances en sistemas que hacen más sencilla la movilidad de las personas con lesión medular: sillas de ruedas con diferentes tecnologías para facilitar la comunicación del usuario con la silla de ruedas y todo tipo de dispositivos salva escaleras que ayudan a la movilidad de la persona en silla de ruedas dentro y fuera de su vivienda.
Estos han sido los estudios y avances más importantes publicados en 2024 y 2025 en relación a las terapias para la lesión medular:
1. Neuroestimulación y prótesis neuronales
Los siguientes avances constituyen hitos que hace tan solo unos pocos años podrían parecer imposibles, se basan en la estimulación nerviosa en la médula:
- Un “puente digital” entre cerebro y médula
La interfaz cerebro-médula desarrollada por la alianza EPFL-CHUV-CEA avanza de caso único a cohortes ampliadas. Un casco capta las órdenes del cerebro, un algoritmo las traduce y un marcapasos en la médula las ejecuta. Varios pacientes han vuelto a caminar con esta tecnología inalámbrica que parecía ciencia ficción hace apenas dos años. En febrero de 2025 The Washington Post dio cuenta de nuevos pacientes que ya caminan con este puente inalámbrico, basado en IA y estimulación espinal personalizada, derivado del ensayo pionero publicado en Nature en 2023. - ARC-EX: Unas pegatinas con electrodos (sin cirugía) envían pequeñas descargas a la médula y han demostrado mejorar la fuerza y el tacto de brazos y manos. Ya se vende en EE. UU.
- ARC-IM: Un implante del tamaño de un mechero estimula la zona lumbar: ayuda a mantener la tensión arterial, ponerse de pie e incluso a dar los primeros pasos.
2. Regenerar, no solo estimular: células, genes y nano-mensajeros
Esta otra línea de investigación persigue el objetivo de regenerar las células dañadas de forma que puedan volver a transmitir los impulsos del cerebro a través de la médula de forma correcta:
- Células madre (iPSC): Cuatro pacientes japoneses recibieron sus propias células reprogramadas. Tras un año, dos pasaron de paralizados completos a mover y sentir parte de las piernas. (Ver. https://www.keio.ac.jp/en/press-releases/files/2025/4/2/250402-1.pdf para ampliar información)
- Células de Schwann + gel “pegamento”: Estas células reparadoras, combinadas con un biomaterial que las protege, buscan llenar huecos más grandes en la médula dañada.
- ExoPTEN: Paquetes diminutos (exosomas) llevan un “silenciador genético” hasta la lesión para desactivar la proteína que frena la regeneración de nervios.
- Edición génica en pruebas: Laboratorios universitarios siguen afinando virus mensajeros capaces de “apagar” la misma proteína directamente en el ADN.
3. Robótica y exoesqueletos de nueva generación que caminan contigo
Los avances en robótica e inteligencia artificial se están llevando al campo de la ayuda a personas con lesión medular para ayudarles a andar y ser más autosuficientes, estos son los avances más llamativos del último año:
EksoNR + voz e IA: El exoesqueleto ajusta la ayuda paso a paso y hasta responde a órdenes habladas, gracias a un micro-ordenador de inteligencia artificial.
XoMotion™: Se equilibra solo y permite girar sin bastones, lo que facilita entrenar en casa sin un fisioterapeuta pegado detrás.
Hyundai X-ble MEX: Diseñado para soldados, ahora se prueba en hospitales civiles para reducir el esfuerzo de los terapeutas y dar más independencia al paciente.
El mercado de estos “trajes de hierro ligeros” podría triplicarse de aquí a 2030; su precio baja a medida que pesan menos y usan materiales baratos.
¿Por qué todo va tan rápido?
Vías rápidas de la FDA y la UE. Las agencias aprueban ensayos y dispositivos con menos burocracia cuando se demuestra seguridad temprana.
Grandes alianzas. Universidades, fundaciones y empresas comparten datos y dinero (proyecto europeo Reverse Paralysis, becas de la Fundación Reeve, etc.).
Lo que viene en un futuro cercano y los retos que quedan
En el laboratorio ya se estudia mezclar estimulación eléctrica + terapia génica + exoesqueleto controlado por pensamiento. Suena a novela futurista, pero los ingredientes existen.
Los grandes obstáculos ahora son:
- Coste y acceso: Llevar estos avances de los hospitales punteros a los centros de rehabilitación locales.
- Ética y privacidad: Proteger los datos eléctricos del cerebro y la médula, que son tan personales como un DNI.
- Tiempo de seguimiento: Necesitamos saber si estas mejoras duran años, no solo meses.
Hasta hace poco, la lesión medular se abordaba con fisioterapia y mucha paciencia. Hoy hablamos de chips que “saltan” el corte, células que re-cablean la médula y robots que prestan sus piernas. Si la ciencia mantiene este ritmo y los sistemas de salud se ponen a la altura, la próxima década podría convertir la palabra “parálisis” en algo muy distinto a lo que conocemos.






