Durante mucho tiempo la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia fueron los únicos tratamientos disponibles en la lucha contra el cáncer (CA), pero actualmente el desarrollo en cuanto a las investigaciones relacionadas con su tratamiento, tiene una característica en común, puesto que son cada vez más personalizados y esto se debe a que un mismo tipo de CA, no siempre responde de la misma manera a un tratamiento en especifico. Y él porque es muy sencillo, los genes con los que nacemos determinan como nuestro cuerpo procesa ciertos tratamientos de quimioterapia o medicinas en general, y como esos genes son diferentes en cada persona, la efectividad de un mismo tratamiento varía. Todo esto se debe a que las células cancerígenas mutan, es decir, cambian a lo largo de la enfermedad y en ocasiones pueden volverse resistentes a los medicamentos que forman parte de un esquema terapéutico inicial.
Pero antes de entrar en materia, mencionaremos algunos tratamientos que se encuentran en uso, pues para poder identificar lo nuevo necesitamos saber cuáles son las técnicas que están siendo empleadas. Según American Cancer Society, la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia siguen vigentes, pues no hay que negar que algunos pacientes con CA responden muy bien a estos métodos tradicionales, ya sean que se apliquen combinados (2 o más simultáneamente) o de manera aislada (solo uno a la vez). Otros de los tratamientos usados contra el CA incluyen las terapias dirigidas, las cuales se encargan de destruir el material necesario para el mantenimiento y crecimiento celular, es decir, atacan directamente las proteínas y el material genético de las células cancerosas; una manera diferente y mas especifica de destruirlas, ya que la quimioterapia no diferencia entre células sanas y enfermas.
Otras técnicas terapéuticas como los nanomedicamentos, el uso del laser en cirugías, ultrasonidos focalizados, la quimioterapia hipertérmica intraperitoneal, las técnicas de ablación térmica y la crioterapia, hicieron su aparición hace mas de 4 años, algunas con mejores resultados que otras. Sin embargo, no existen pasos pequeños en lo que a tratamientos contra el cáncer se refiere, ya que hasta el más discreto aporte en la materia, prepara el terreno para el desarrollo de investigaciones que permitan seguir avanzando.
Ahora que sabemos cuáles son los tratamientos que se encuentran en uso, mencionaremos los avances más novedosos en esta incansable lucha y empezaremos por los aportes que han llegado para complementar las terapias tradicionales.
La robótica al servicio de la cirugía
La cirugía, sigue siendo la primera elección para aquellos tipos de cáncer donde el tumor no se ha expandido a otras partes del cuerpo, pero no volvió a ser la misma desde que se empezó a utilizar la precisión que le brinda avances tecnológicos, como la robótica. Existe un sin número de beneficios atribuibles a esta maravilla de moderna. Sin embargo, uno de los casos que vale la pena mencionar, es sin lugar a dudas la reducción de los riesgos que implica una intervención para extirpar la glándula prostática (como en el caso del CA de próstata), ya que evita efectos secundarios que se derivan de la misma, por ejemplo, incontinencia urinaria y disfunción eréctil, hecho que ha cambiado por completo la calidad de vida de los pacientes que se someten a este tipo de cirugía. Así mismo debido a su versatilidad, puede emplearse en tumores uterinos, de garganta y en CA de hígado o de riñón.
Braquiterapia. Radiación para atacar el tumor desde adentro
Se trata de varios implantes radioactivos que se colocan dentro o cerca del TU, esta técnica permite reducir la superficie expuesta a la radiación y por lo tanto reducir los efectos secundaros, ya que va dirigida directamente al área donde se encuentra el TU. Generalmente el procedimiento de la colocación de los implante se realiza en el quirófano, ya sea que decida ubicarlos muy cerca o introducirlos en el TU, para lo cual el equipo médico necesita recurrir a radiografías o ecografías y de esta manera asegurarse de encontrar el lugar exacto donde se colocara el implante.
Esto le permitirá al médico tratante, utilizar dosis altas en un corto periodo de tiempo, o dosis bajas por un tiempo más prolongado, hecho que depende de cada caso. También puede ser usada en CA de de cerviz, cabeza y cuello, piel, seno, vesícula biliar, útero, vagina, pulmón, recto y ojo.
La inmunoterapia y quimioterapia
Empecemos identificándolas, para poder entenderlas, en la quimioterapia se usan medicamentos (como agentes alquilantes, análogos del acido fólico y alcaloides de vinca) para destruir células de crecimiento rápido, es decir, actúa atacando tanto células cancerígenas como sanas, especialmente las que se producen en la medula ósea, las del cabello, las uñas y las del intestino, de ahí derivan efectos segundarios como, perdida del cabellos, nauseas, vómitos, diarreas, estreñimiento, fatiga y mayor propensión a las infecciones, entre otros.
Por otra parte, en la inmunoterapia también se usan medicamentos pero es este caso con el fin de aumentar la capacidad del sistema inmune para combatir el CA y las infecciones, por ejemplo si nos imaginamos el CA como una guerra dentro del organismo, todas las células que se encuentran en constante reproducción, serian el enemigo para la quimioterapia y por tanto ella se encargaría de destruir a todas las células que pueda directamente. En cambio en la inmunoterapia, se entrenan las defensas del sistema inmune (los soldados que posee nuestro cuerpo) para identificar las células cancerígenas y luego acabar con ellas, disminuyendo así los efectos secundarios, ya que las células sanas no se verían afectadas.
En un estudio realizado con más de 1000 pacientes diagnosticados con de cáncer de pulmón no microlitico, es decir de células no pequeñas, por la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), se probó la eficacia de dos medicamentos diferentes el Pembrolizumab (inmunoterapico) y el docetaxel (usado en quimioterapia); de acuerdo a los resultados obtenidos se evidenció que los pacientes tratados con inmunoterapia consiguieron vivir durante más tiempo que los que se sometieron a quimioterapia. Como afirma el doctor Edward Garon, uno de los principales investigadores del CA del UCLA, “Este tratamiento proporciona respuestas a corto plazo y a su vez evita las temidas toxicidades de la quimioterapia en pacientes con CA de pulmón. Un esperanzador pronostico y la mejor parte es que ya ha sido aprobado por la administración de alimentos y medicamentos (FDA).
Al respecto la inmunoterapia debe su éxito al hecho de que en condiciones normales las defensas de nuestro organismo no pueden reconocer las células cancerígenas y por lo tanto puede atacarlas, pero este motivo los tratamientos convencionales estan dirigidos a destruir células indiscriminadamente. Pero la inmunoterapia no se limita solo al CA de pulmón, sino que actualmente está siendo implementado en muchos tipos de CA y como es de esperarse el tratamiento también cambio, algunos de los más utilizados son:
Fármacos que ayudan al sistema inmunitario
Para que pueda responder con más eficiencia en contra el TU, su mecanismo de acción actúa liberando el freno que evita que las células T (glóbulos blanco), reconozcan a las células tumorales, en otra palabras dejan al descubierto a las células cancerígenas para que las defensas naturales de cuerpo puedan atácalas, estos fármacos también se conocen con el nombre de inhibidores de los puntos de control.
Terapia de células
También llamada transferencia adoptiva celular, ya que este procedimiento consiste en extraer células T del paciente, para manipularlas genéticamente en un laboratorio, con la finalidad de cultivarlas y una vez que hayan aprendido a reconocer el enemigo (antígeno) en las células tumorales, se devuelven al paciente (por vía intravenosa), para ayudar en la lucha contra el CA y enseñar a al sistema inmunitario como reconocer al enemigo. Esta técnica ha sido implementada en melanoma con metástasis y en la leucemia linfocitica aguda (LLA).
Anticuerpos monoclonales (AM) o terapéuticos
Como dice el dicho “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, esta terapia dirigida utiliza anticuerpos, cuya función es unirse a los antígenos (el enemigo) que forman parte del TU, facilitando que las células que lo conforman sean reconocidas y eliminadas por las defensas del organismo. Para ello, se crean proteínas del sistema inmune en el laboratorio, diseñadas con el objetivo de actuar como anticuerpos (aliados), que puedan adherirse a las células cancerosas, exponiéndolas para ser eliminadas. Otros AM detienen directamente el crecimiento desordenado de células tumorales o promueve su autodestrucción, ya que también puede actuar administrado toxinas a las células cancerosas.
La Vacuna contra el cáncer
Hoy en día existen vacunas profilácticas o de protección contra algunos tipos de CA como por ejemplo la vacuna contra la hepatitis B, para prevenir el CA hepático y la del virus del papiloma humano para prevenir el CA de cuello uterino, pero la realidad es que actualmente, la mayoría de las vacunas empleadas en pacientes con CA, son diferentes a las que se usan para prevenir enfermedades, ya que su finalidad es retrasar la progresión del mismo o eliminar las células cancerígenas residuales, o sea las que sobreviven a los tratamientos convencionales.
Así mismo, la primera vacuna contra el CA aprobada por FDA, fue Sipuleucel-T (Provenge), la cual es adaptada a cada paciente y ha sido creada para estimular la las defensas del cuerpo contra antígenos que tienen en común las células cancerígenas de la próstata, como la fosfatasa acida prostática (PAP); para ellos se aíslan las células inmunitarias de la sangre del paciente y se envían al fabricante de la vacuna, donde se cultivan estas células con una proteína que mejora la presentación de antígenos, es decir, facilita el reconocimiento del enemigo para que el sistema de defensa del cuerpo pueda actuar. También se puede implementar este método en CA de mama o para algunos tipos de melanoma.
Más eficiencia en el momento de diagnosticar
La mejor pelea es la que se evita y es que un sin número de estudios se realizan en torno a la búsqueda de procedimientos más eficientes y menos invasivos para detectar precozmente la aparición del cáncer, entre ellos la biopsia liquida que consiste en tomar una muestra, bien sea de sangre, orina, liquido cerebroespinal o saliva, para analizar fragmentos presentes en material tumoral o en partes de células cancerosas como ADN, ARN, proteínas y exosomas. Además también han desarrollado un sensor que puede ser implantado debajo de la piel con el fin de detectar la presencia de inflamación o niveles de oxido nítrico elevados que se asocia con algunos tipos de cáncer.
Por otra parte, un equipo de científicos de la Universidad de Queensland, en Brisbane (Australia), ha desarrollado una prueba capaz de detectar el CA en 10 minutos, el mecanismo consiste en identificar células cancerígenas a través de las diferencias que presentan el ADN de estas células y el ADN original. Sin embargo, por ahora el test solo permite detectar la presencia de células cancerígenas, sin aportar información del tipo de CA o estadio en que se encuentra. Por lo tanto, si el resultado del test es positivo, será necesario realizar más pruebas para poder realizar un diagnostico acerca de la enfermedad.