Los profesionales de Enfermería tienen la extraordinaria responsabilidad de atender y cuidar a los pacientes. Se trata de un trabajo con un fuerte contenido vocacional. Esa condición de vocación es precisamente la que marca la diferencia a la hora de superar el dolor ajeno, seguir adelante y superar el día a día como se presente.
Ser enfermera o enfermero significa ser compasivo, empático, ser desinteresado, disfrutar de una gran fortaleza e inteligencia emocional y querer aprender siempre. La formación de los profesionales de enfermería se puede garantizar por diversos medios, ya sea mediante cursos de enfermería online o a distancia, o gracias a la habitual metodología presencial en la universidad , sin embargo las cualidades que arman los corazones de estos profesionales, en su gran mayoría, vienen de serie y fomentan su vocación.
Queremos hablar de esos valores, uno a uno:
La compasión
Ser compasivo significa sentir preocupación y compromiso con lo que le ocurre a los demás. Los profesionales de Enfermería son el lado más humano de cualquier sistema sanitario.Representan un apoyo para quienes sufren, sienten dolor, se encuentran en situaciones de riesgo o tienen miedo. Miedo a perder la vida. Los enfermos, en muchas ocasiones y en no pocas situaciones extremas, creen perder el control de su vida y los enfermeros son quienes tienen la responsabilidad de hacerles sentir mejor. Al escucharles, al calmarlos, al estar física y emocionalmente con ellos. Sin compasión, sin ese respaldo emocional, la asistencia sanitaria nunca resultaría completa.
La empatía
La empatía es la cualidad humana que atribuye la capacidad y la voluntad de asumir los sentimientos de los demás. Los enfermeros, de éso, también saben bastante. Pero no significa que el profesional esté de acuerdo con el paciente o que pueda entender plenamente lo que piensa o siente. De lo que se trata es de saber ponerse en su lugar y de hacerlo con los valores y con la experiencia acumulada como persona.
El desinterés
Desinterés no significa dar a los demás a expensas de lo que necesita o merece uno mismo, sino de compensar las necesidades de los enfermos con un gesto personal. Sí, salido del corazón. La práctica cotidiana de los profesionales de la Enfermería está llena de ejemplos de nobleza.
Inteligencia emocional
Por inteligencia emocional se ha de entender como una forma de autoconciencia. El hecho de saber entenderse a sí mismo, de comprender la manera en la que se piensa y se razona, de ser conscientes de los valores que sustentan las acciones propias, pero también de las limitaciones personales.Una inteligencia emocional que de alguna manera se vuelve colectiva cuando los enfermeros se apoyan mutuamente en los momentos más difíciles, en las situaciones que les hacen más vulnerables como individuos.
Espíritu inquisitivo
Espíritu inquisitivo quiere decir querer aprender, estar dispuestos a descubrir, ser proactivos en su campo. La enfermería es una profesión en constante evolución en la que la práctica tiene mucho peso. Entender un procedimiento, conocer las pautas para llevarlo a cabo puede resultar fácil, pero, desarrollarlo en el momento en el que resulta sanitariamente útil para la recuperación de un enfermo, puede marcar la diferencia. Bajo condiciones normales, bajo presiones emocionales o en situaciones extremas. Ser inquisitivo significa saber cómo adelantarse a los problemas, entender los beneficios de trabajar en equipo y conocer las maneras de sacar el mejor partido a los recursos humanos y materiales. Pero también estar dispuestos a liderar pequeños grupos de atención médica cuando las condiciones tampoco resultan favorables. Y, sí, bajo un espíritu proactivo.
La situación de incertidumbre económica actual afecta a la calidad de la atención que ofrecen los servicios de enfermería. Sin embargo, más allá de los medios materiales y del instrumental, los profesionales de este sector de la sanidad están respaldados por unas condiciones que nunca las faltarán, sus valores.