Las denuncias por mala praxis o negligencia médica han experimentado un notable aumento durante los últimos años en España. Los motivos de este fenómeno responden a diversas causas, siendo la crisis económica una de las principales. Por otra parte, el ciudadano común cuenta en la actualidad con mayor información acerca de sus derechos como paciente y está dispuesto a solicitar asesoramiento legal para realizar las reclamaciones pertinentes al sistema sanitario. No obstante, aún existen numerosas dudas y confusiones, resultando necesarias mayores aclaraciones y precisiones respecto a un tema íntimamente relacionado a la salud y la vida de las personas. A continuación ofrecemos una guía para la que nos hemos apoyado en el despacho de abogados de Madrid G. Elías y Muñoz que consideramos de gran utilidad para reconocer las negligencias médicas y saber cómo actuar en caso de padecerlas.
Definición y alcances de la negligencia médica
Hablamos de negligencia médica siempre que una acción incorrecta o una omisión voluntaria en el acto médico provoquen un daño en el paciente. Esta consecuencia evitable puede manifestarse en distintos niveles de gravedad y habilita al damnificado a solicitar una reparación. Ante esta situación serán los especialistas en la materia los encargados de analizar los elementos objetivos que permitan determinar si se trata o no de un caso de mala praxis. La imprudencia, la impericia y la falta de profesionalismo de cualquiera de los actores del sistema sanitario pueden generar perjuicios físicos, morales y psíquicos punibles judicialmente.
La práctica de la medicina se rige por normas y protocolos que deben ser conocidos y respetados en todas las instancias de la relación establecida entre el profesional de la salud y sus pacientes, incluyendo consultas, tratamientos e intervenciones quirúrgicas. En numerosas ocasiones, el enfermo no es advertido correctamente acerca de los verdaderos riesgos que conllevan determinados procedimientos o cirugías, sufriendo consecuencias que pueden, incluso, originar la muerte. Esta situación también es motivo frecuente de demandas legales, ya que el médico tiene la obligación de comunicar con todo detalle los eventuales peligros que suponen ciertas técnicas sanitarias, de modo que el interesado sea el que decida si se somete o no a ellas.
Negligencias médicas más frecuentes
Aunque la mala praxis en la salud comprende una amplia gama de errores, presentamos a continuación las negligencias médicas más habituales.
Ineptitud
Es la falta de conocimientos y habilidades necesarios para interpretar los síntomas del paciente y formular un diagnóstico acertado. También se refiere a la impericia para practicar una intervención quirúrgica exitosa o aplicar un tratamiento médico adecuado.
Prescripción errónea de medicamentos
Cuando el profesional indica medicación inapropiada o, lo que es peor, contraindicada para una determinada persona, pudiendo ocasionar consecuencias graves.
Temeridad
Se refiere a un exceso de confianza, a un acto de imprudencia médica al evaluar una enfermedad, sin considerar la verdadera dimensión del problema y las complicaciones que pueden surgir.
Demoras en el diagnóstico
En algunos casos, esta tardanza puede poner en riesgo la supervivencia del paciente.
Ausencia de información al paciente
Se trata de la situación que mencionamos anteriormente. El enfermo debe contar siempre con la información precisa y completa relacionada con su cuadro de salud y los riesgos que implican los procedimientos a los que se le aconseje ser sometido.
Errores durante las cirugías
Una de las situaciones de mayor riesgo para el paciente en las que suelen ocurrir errores fortuitos o directamente relacionados con fallos médicos.
Cómo actuar frente a un caso de negligencia médica
Toda persona tiene derecho a solicitar una reparación legal frente a un acto de negligencia médica. Para ello es necesario acudir a abogados especialistas en el tema, quienes evaluarán, en primer lugar, si los daños invocados pueden ser demostrados científicamente, asegurando la viabilidad de la demanda. Es importante considerar que existe un límite temporal para la presentación de tal reclamación que, por lo general, comprende un lapso de entre 1 y 7 años desde el momento en que se produjo el hecho, dependiendo de cada caso en particular.