La inteligencia artificial ha avanzado tanto que hoy en día se emplea de forma bastante revolucionaria en el mundo de la medicina y en especial en la disciplina de cardiología a nivel europeo. En concreto es en Dinamarca donde más avances se han producido, gracias al trabajo de una startup holandesa llamada Corti y a su sistema de inteligencia artificial capaz de detectar problemas de ataques cardiovasculares con tan solo el análisis de una voz procedente de una llamada de emergencia. Corti es capaz de analizar datos a través de la voz y de relacionarlos con posibles problemas de mayor urgencia como un ataque al corazón, enviando el consiguiente aviso al centro de emergencias a través de pantallas.
La investigación que se llevó a cabo para el desarrollo de Corti utilizó los mismos mecanismos de estudio de redes utilizados en el análisis y el reconocimiento de imágenes, pero aplicado en este caso a las ondas sonoras. La inteligencia artificial de Corti permite al sistema analizar patrones capaces de reconocer emergencias y problemas con una precisión y un porcentaje de acierto hasta ahora nunca visto e imposible de igualar por parte de los humanos. Esto quiere decir que los centros médicos y servicios de emergencias que trabajen con Corti podrán reducir significativamente las posibilidades de salvación de los pacientes que sufran un ataque al corazón, la causa primera de muerte en nuestros días a nivel prácticamente internacional.
Un futuro esperanzador para Europa y el mundo
Este proyecto, que ya ha sido probado con éxito en Copenhague, ha sido lanzado a cuatro países más (cuyos nombres no han trascendido) el pasado verano y se espera que tras unos seis meses de pruebas y siempre y cuando el proyecto alcance los niveles suficientes de acierto en la detección de paros cardiacos, Corti sería finalmente implantado como ayudante de los servicios médicos de emergencia de dichos países. Esto quiere decir que ya se esperan resultados más o menos definitivos para el año 2019 y los mismos se harán públicos en la conferencia organizada por EENA, la Asociación Europea de Números de Emergencia que ya apoya y da respaldo al proyecto holandés, el próximo mes de abril en la ciudad de Dubrovnik (Croacia).
Todos los países interesados en probar a Corti tuvieron de plazo hasta mediados de mayo de este 2018, sin embargo, solicitarlo no estaba al alcance de cualquier país dispuesto. En este sentido, el país interesado debía contar con presupuesto suficiente para adquirirlo (no se trata de un proyecto que cuente con financiación), con registros de llamadas de emergencia debidamente almacenados, así como con capacidad de experimentar la ayuda asistencial de Corti en equipos médicos capaces de estudiar el avance de los resultados del proyecto y de establecer las oportunas conclusiones al mismo.
A pesar de que aún no haya podido implantarse en demasiados lugares, debido en buena medida a las dificultades técnicas y económicas, Corti constituye una revolución en el panorama sanitario europeo pues se espera que gracias a él se puedan reducir las muertes por causa de infarto en un 95%, la tasa de aciertos que hasta ahora ha demostrado Corti en el análisis de las llamadas y que supera en casi un 20% el resultado del acierto humano.
Esta inteligencia artificial puede ser todo un revulsivo para los profesionales sanitarios, pues pueden ver aumentada su propia eficacia gracias al estudio de la voz y también del lenguaje no verbal (pues se analizan de igual forma otros elementos como la respiración de la persona que realiza la llamada o el tono de su voz), algo difícilmente identificable a priori por una persona que se encuentre al otro lado del teléfono.
Corti, a tiempo real, es capaz incluso de cruzar los datos de cada llamada con la información recibida y almacenada de llamadas de emergencia previas similares, lo que le permite hacer un diagnóstico todavía más eficaz, incluso cuando las llamadas cuenten con demasiado ruido u otros elementos capaces de distorsionar el aviso proporcionado por parte del informador.
Se espera que con el tiempo Corti pueda ayudar a los profesionales médicos a salvar vidas, sobre todo en todas aquellas áreas que precisen de un diagnóstico inmediato en casos de emergencia, lo que puede significar la vida o la muerte de un paciente en cuestión de minutos.
Los límites de la inteligencia artificial sanitaria
A pesar del éxito que ha demostrado tener Corti por su eficacia, lo cierto es que aún quedan lagunas y cosas por mejorar, como extraer de sus casos de éxito y de sus fallos, también las causas, más allá de los números, o que poco a poco pueda adaptarse a diferentes idiomas para ampliar el espectro de actuación. Porque resulta evidente que la medicina puede beneficiarse casi como ninguna otra disciplina del estudio de los datos almacenados (pues es obligatorio en cualquier lugar guardar toda esta información de los pacientes), pero parece no estar tan claro el hecho de que los software también puedan sacar conclusiones o extraer determinados análisis de los datos.
Por esta razón el debate sobre los límites de la tecnología y de la inteligencia artificial continúa en auge, y sigue vivo para hacernos entender la importancia que tiene el hecho de que la tecnología no termine sustituyendo algún día a los humanos, sino siendo tan solo una mera (y muy valiosa) asistencia en los diagnósticos de los profesionales médicos.
En cualquier caso Corti ya es un éxito, pues se confirma con él la utilidad de la inteligencia artificial fuera de sus espacios más habituales, como pueda ser Google, y su versatilidad y excelente eficacia en entornos mucho más productivos como es el de la mejora de la salud y, en definitiva, viene a demostrarnos que tecnología y avance no siempre significan peligro para los seres humanos o miedo a ser reemplazados del sistema pues, las tecnologías bien empleadas (como todo en la vida) pueden constituirse como una ayuda inestimable para el ser humano capaz de salvar muchas vidas.